Con esta técnica eliminamos de forma permanente el antiestético vello facial.
Aunque en el mercado existen diferentes tipos de láser utilizados en depilación, optamos por la Luz Pulsada Intensa (IPL), por ser de gran seguridad y versatilidad. Esta técnica permite realizar el tratamiento incluso en verano aunque la precaución y protección solar deben estar muy presentes.
Es indispensable la elaboración de una adecuada historia clínica donde se vea la morfología del pelo, el fototipo de piel del paciente y su estado de salud, además de conocer la existencia de posibles contraindicaciones. Estas pautas nos permitirán adecuar el tratamiento al paciente.
Las sesiones se repetirán de forma periódica, consiguiendo que cada vez haya menos pelo y que su crecimiento sea más lento.